Desde cadenas humanas, seminarios, charlas, performance, caminatas, estadísticas, videos y hasta lápiz de labios con el tema han sido la constante. En 2005 el Ministerio del Interior recibió 5.037 denuncias de este tipo; seis años después se han registrado 11.597 denuncias, una cada 34 minutos. Un dato que debe leerse con cuidado porque no necesariamente indica que han aumentado más del doble los casos sino también que el apoyo social que se da a las víctimas ha llevado a que estas se animen y denuncien la situación que antes callaban. “Es muy difícil saberlo realmente sobretodo porque en Uruguay hay estadísticas desde hace muy poco tiempo, personalmente creo que la mujer se anima más, aunque según algunos estudios serios los casos que se denuncian son un 10% de los que pasan, cosa que me pone los pelos de punta”, dijo a LA REPÚBLICA, Mabel Simois, codirectora de La Casa de la Mujer, que atiende unos 1.200 casos al año.
Hace menos de 24 horas una nueva víctima fue asesinada por su pareja en el Prado. Ayer, para sorpresa de muchos, el propio presidente José Mujica, se unió a la cruzada y repartió volantes en la esquina de 8 de Octubre y José Batlle y Ordóñez, rodeado por decenas de personas de todas las edades. “Hombre, aprende a perder. Nunca violencia contra la mujer”, rezaban los volantes.
“No tenemos gollete, matamos a la mujer, dejamos los hijos tirados, vamos en cana, cualquier cosa”, apuntó. Recomendó a los jóvenes: “No sean tan nabos como nosotros”. Asimismo explicó que fundamentalmente se trata de un cambio cultural de una forma de pensar ya que en forma preventiva “no se le puede poner un milico a cada uno”.
La idea de la campaña surgió luego de verificar que llegaban a las consultas chicas cada vez más jóvenes alertando situaciones de violencia en su pareja. Así fue que en 2010 se inauguró la campaña de sensibilización en contra de la violencia en las parejas jóvenes. Se efectuaron talleres con 16 grupos de liceo y la distribución de materiales gráficos alcanzó a más de 70 liceos. “Los talleres explican cómo a veces la violencia o una situación de posible violencia en el futuro se puede predecir cuando el joven le revisa el celular a la novia, o esta se sienta cada vez más aislada porque a él no le gusta que salga o hable con las amigas, así se va descubriendo como la violencia muchas veces tiene formas ocultas”, contó Somois.
Para los técnicos de la Casa de la Mujer la adolescencia, y su espíritu cuestionador son un momento estratégico para reflexionar sobre los modelos de varón y mujer que se van asumiendo culturalmente y que finalmente perpetúan vínculos violentos.
Este año se profundizó la acción comenzando un proceso de involucramiento de los principales actores que pueden incidir positivamente para un cambio, por lo que se impartieron cursos de formación para adolescentes en “promoción en contra de la violencia de género”, y cursos para docentes de “agente de equidad en el aula”. También se realizaron talleres de sensibilización en diferentes centros juveniles y organizaciones sociales.